Pocho Álvarez, Ecuador, 2018
Con: Karl Gartelmann, Humberto Piaguaje (Pueblo Siekopai) William Lucitande (Pueblo Ai Kofan , Domingo Ankuash (Pueblo Shuar) Ramiro Ortiz (Pueblo Ai Kofan) Yatewe Nigua (Pueblo Waorani), Cecilia de Gartelmann.
Eran los comienzos de la década de los setenta del siglo XX y en la Amazonía norte del Ecuador una extraña actividad de máquinas y hombres tuercas se instalaba y expandía desde el aire por los bosques y los suelos más profundos de la selva equinoccial. Un ritual extraño, talar, perforar y sacar la ‘sangre de la tierra’, cambia todo.
Libélulas inmensas que hacen viento y traen aparatos y gente nunca vista. Orugas mecánicas destruyen amisachu. El manése desparrama haciendo negro el cauce limpio del agua de los ríos y la gente antigua, el ai kofan o el siekopai, el shuar, el ashuar o el waorani arrinconan y guardan hacia adentro su mirar. Habíamos entrado todos en una modernidad civilizatoria inédita, el petróleo.
En ese ver de un tiempo transición están también otros ojos guardados detrás de un mirar distinto. Karl Dieter Gartelmann, el último de los exploradores del tiempo antiguo, siguiendo la antigua tradición humanista de Humboldt y Bonpland, de Goldschmid y Blomberg, con una vieja filmadora Bolex 16mm irá recogiendo por ríos y bosques el testimonio visual de una vida que se extingue. Así, para que no sea olvido, para que sea construcción de la memoria, este buscador de humanidad con estudios en antropología, etnología, arqueología y economía, nacido en Bremen, Alemania, filmó como una suerte de tocar y descubrir al otro y su permanencia, los “restos de la prehistoria”que aún permanecen vivos. Gartelmann, como él mismo lo dice, filmó no para hacer cine sino para “… fabricar una documentación. Yo quería compartir la vida de esta gente, conocer su vida y ser su testigo (…) Sabía que experiencias como las que había tenido, no podían haber más…”
Estreno martes 6 noviembre, 18:30
ver artículo de opinión de Wilma Granda
“El plazo del amor es un instante y hay que hacerlo durar como un milagro” (grafiti callejero, 1989)