Por Camila Echeverría
Por años, el ser humano ha buscado diferentes formas de reflejarse y entender la realidad en la que vive. Bettina Perut e Iván Osnovikoff, directores de Los reyes, logran representar el ciclo de la vida a partir de dos personajes inusuales: Chola y Fútbol, dos perros sin dueño que viven en un antiguo parque de skaters en Santiago de Chile. Esos son los protagonistas de uno de los documentales más interesantes del más reciente Festival “Encuentros del Otro Cine” (EDOC). Ocho patas, dos caminos individuales y uno compartido.
¿Es realmente divertido seguir a dos perros durante más de una hora? El ritmo de la narración resuelve ese acertijo con el que el espectador entra a la sala predispuesto a observar. Y se trata de eso, observar cómo es la vida de estos dos perros de la calle. Chola y Fútbol pasan sus días en ese parque, se divierten con las pelotas que los jóvenes les dan y con otros juguetes inusitados como ellos mismos. Ambos viven bajo la sombra de los árboles, entre piruetas de skaters. Al combinar ladridos y conversaciones banales, los directores hacen que la mirada de su público vaya más allá de lo que se muestra.
El documental está planteado de manera que el espectador comprenda que la vida es efímera y que se debe vivir al máximo, con calma y sabiduría, como lo hacen Chola y Fútbol. La fascinación de Perut y Osnovikoff por contemplarlos desde lejos en todo su esplendor, conecta con la necesidad de responder a las preguntas que la mayoría de las personas se hace al cruzarse con un animal de la calle.
La voz de uno de los skaters cuenta cómo su abuela lo exilia de la casa y cómo para él la pista es el lugar para estar y no importa lo que venga. Lo mismo que el joven, Chola y Fútbol confirman que es posible ser felices y plenos sin tener un hogar humano.
Los Reyes es un lugar de encanto donde el tiempo se detiene y nosotros, frente a la pantalla, lo hacemos conjuntamente. Es un lugar donde el futuro no interesa mayormente: el cielo con sus nubes recorre los rostros y las cabezas de los perros
Los skaters pasan horas patinando y los espectadores podemos pasar horas acompañándolos.
Con los últimos respiros, juegos y pasos del viejo Fútbol, se observa que las moscas carcomen sus orejas. Esta vez le tocó a Chola soltar el único aullido, como aceptación o despedida, hacia su amigo y compañero de vida. Mañana todo seguirá su movimiento.
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