A 50 metros del MAAC CINE de Guayaquil, en el ingreso al tradicional barrio Las Peñas, el Municipio de Guayaquil intenta levantar un monumento de 5 metros de altura al fallecido ex Presidente de la Republica, León Febres Cordero. El inicio de los trabajos de instalación ha provocado reacciones encontradas frente a la recordación de una persona que representó, a finales del siglo XX, el terrorismo de Estado como forma de gobierno en el Ecuador.
OCHOYMEDIO no puede ser indiferente a lo que ocurre frente a la sala que programa en Guayaquil. Por elemental coherencia y compromiso con las libertades y los Derechos Humanos, OCHOYMEDIO se une a las voces que se oponen a la colocación en Las Peñas del monumento a quien tiene aún historias de miedo sin concluir y es el símbolo de la tortura institucionalizada.
Efectivamente durante el gobierno de León Febres Cordero, la tortura se aplicó diariamente por paarte de agentes de la fuerza pública y civiles entrenados específicamente para arrancar confesiones. Bajo la excusa de seguridad nacional del Estado, todos nos convertimos en culpables y fueron tolerados actos atroces por orden superior. El terrorismo de Estado se acomodó en nuestras vidas como una forma inevitable de enfrentar a la “subversión” y se nos dijo también que, lastimosamente, había que hacer sacrificios “vaciando la pecera para capturar al pez”
El documental de María Fernanda Restrepo Con mi corazón en Yambo, nos ha removido en lo profundo y nos devuelve el derecho a la memoria. Derecho que no es retórico, es obligación asumida por el Estado ante tribunales internacionales de justicia en casos como Restrepo, Benavides, Bolaños y García Franco. Este derecho impide la colocación de este monumento. Son hechos condenables y perseguidos en toda circunstancia. Debido a su extendido propósito, fueron planificados y ordenados jerárquicamente y constituyen hechos atroces de efecto continuado por la confabulación que engendran y sus implicaciones en el ordenamiento social. Erguir un monumento de estas caracteristicas a un personaje severamente cuestionado, es echar gasolina al incendio.
En las pantallas del MAAC CINE se presentarán, en enero, como una muestra informativa, varios documentales, incluído el de Maria Fernanda Restrepo, que muestran lo ocurrido en aquellos aciagos años y la sistemática violación a los Derechos Humanos en el febrescorderato.
Son imágenes y palabras que proclaman que la memoria no claudica. Desde nuestras pantallas de cine, la memoria esta mas viva que nunca.
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