Cineastas, programadores, críticos, cinéfilos, nos recomiendan las películas que a ellos les han cambiado la vida, o por lo menos, la forma de mirar. Si no sabes qué ver o quieres una sugerencia para este enorme y variado menú, pues aquí encontrarás una guía. Si ellos lo dicen….
Tomás Astudillo te recomienda Diamantino
¿Se imaginan al capitán de la selección portuguesa de fútbol perdiendo su magia en el momento más crucial de la final de la copa del mundo? Los directores Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt juntan sus miradas hilarantes para narrar la caída de un astro. Con humor e ironía la película navega en la transformación de Diamantino en simple humano, dentro de un contexto terrenal ultra capitalista, racista y clasista, donde los símbolos se pervierten y los extremos son posibles. Sin lugar a dudas, el universo de Diamantino no se aleja de la complejidad de un Portugal contemporáneo habitado por una constante tensión política entre el progresismo y la decadencia conservadora.

Diana Terán te recomienda I was at home but  
Estoy viendo “I was at home but” y tengo ganas de llorar. Tengo la impresión de que no entendí del todo y eso no importa. Han pasado dos semanas y es lo único en lo que pienso; en la pelea infantil de una madre con sus hijos, en un cover de Let´s dance de David Bowie, en que no puedo resumir la película de Angela Schanelec, en que sigo teniendo ganas de llorar. Tal vez la película resuena con mis propias tristezas, toca, como solo pocas películas lo hacen, una fibra que no logro nombrar. No sé si es mi recuerdo de otra película pasada de la misma directora. O la hipnosis, eso que me mantuvo al borde del abismo o del sueño, eso que me hizo sentir que lo que me imaginaba era real. 

Sebasián Cordero recomienda Tabú
El prólogo de de Miguel Gomes debe ser uno de los momentos más bellos que he visto en el cine contemporáneo. A través de un homenaje en blanco y negro al “Tabú” de F.W. Murnau, vemos a un triste explorador portugués que intenta escapar de un amor perdido a través de una expedición en el corazón del África profunda.  Mientras más se aleja del lugar donde murió su mujer, más melancólica y trágica es su vida: hay sentimientos de los cuales simplemente no se puede huir.  Un narrador observa de manera aguda (y con un sentido del humor seco) que “el corazón es el músculo más insolente  de toda la anatomía”, y cuando nos damos cuenta que esta película muda está siendo vista en el cine por una señora mayor en la Lisboa de hoy, la nostalgia ya nos atrapó.  El piano solitario y anacrónico  que acompaña las imágenes (las bellísimas “Variaçoes Pindéricas Sobre a Insensatez” de Joana Sa) realza la melancolía junto con el blanco y negro que continúa en el presente (un gran acierto).  Cuando regresemos al pasado, más adelante en la historia, utilizando los mismos recursos del cine mudo, el hechizo de la película nos atrapó hace rato: debe ser la insolencia del corazón.

Fabo Ceferino te recomienda Trouble every day   
Beatrice Dalle chupa la sangre de un hombre en la carretera, lo mata. Otro hombre la recoge, le limpia la sangre de la boca. Arriba, en un avión, Vicent Gallo llega a París con su esposa de luna miel. Gallo fantasea con ver bañada en sangre a su mujer. ¿Qué tienen en común Dalle y Gallo? ¿Por qué la sangre? ¿Son Vampiros? ¿Para qué ha venido Gallo a París? No lo sabremos. El cine de Claire Denis no se basa en la trama sino en aquello que la subyace. Es casi música. Su territorio es el cuerpo, y aquí, esos cuerpos están cubiertos de sangre. Denis nos lleva como en un sueño hacia el deseo. ¿Acaso no todo es deseo? Pero este deseo tiene una carga moral: mata. Una vez probada la sangre del otrx, no hay vuelta atrás: todo es muerte. ¿Pero qué es el orgasmo sino muerte? El sexo y la muerte son las caras de una moneda. El sexo es destrucción, un golpe en la sien que te deja en blanco. Gallo intenta reprimir este instinto y no devorar a su esposa. Pero estos seres que chupan sangre están a la merced de su piel. Es una película de horror, donde el deseo, al igual que en nuestro cuerpo, goza de lo incontrolable.

Carlos Larrea te recomienda El libro de imágenes  
Un poema de imágenes sincopadas de ilusión, de colores saturados, de glorioso y bien ponderado “error”, algo que permite al alma ir más allá del pensamiento, como un “zapping” involuntario de sucesos inevitables, crudos, desgarradores, que nos llevarán a través del maravilloso mundo de los sueños interrumpidos frenéticamente. Un manjar de manjares visual para los que amamos ver fantasmas proyectados en la retina.

Javier Andrade te recomienda L Atalante
Una película genuina y profundamente lisérgica hecha años antes de que ese término fuera acuñado, L `Atalante es un triunfo de la expresión poética en el. Un delirio caótico, romántico y moderno, lleno de innovaciones narrativas insólitas para su época, tiene una fuerza y una emoción tan particulares que sólo días después de verla el espectador entenderá cuán profundamente ha tocado su corazón. 

 

Ana Rodríguez recomienda Pierrot Le Fou
Pierrot le fou (1965) es una película sobre la poesía de Arthur Rimbaud,  Una temporada en el infierno. Hay un escape -un Peugeot 404 modelo 1965-, dos amantes y un viaje hacia el mar y el sol. Armas, gangsters, un pandillero enano y una traición. Una explosión de dinamita y luego la eternidad.  Es una road movie anticipada. Ferdinand (J. P. Belmondo), un hombre que tiene todo, se aburre de su vida burguesa, de sus fracasos. Ferdinand lee hasta en la tina de baño. Cruza una mirada con la niñera de sus hijos, Marianne (Anna Karina). En medio de la noche, se suben al auto y conducen hacia el sur. Ferdinand consuma un conjuro moderno: para vivir su propia vida tiene que romper con su propia vida, inventar el sentido de un viaje sin destino. O inventar el destino de un viaje sin sentido en una sociedad decadente al borde del colapso. Ferdinand entra y sale de mundos literarios, pictóricos y de referencias al cine. Hasta que decide habitar como en una película -una road movie-, su propio personaje maldito y lleno de amor y dejar todo atrás mientras se repite ¿Qué puedo hacer? No se qué hacer ¿Qué puedo hacer? No sé qué hacer. 
Quién ama el tiempo en el cine, y la palabra en el cine, no puede dejar de ver esta historia de amor de Jean-Luc Godard por Anna Karina, por los libros, la pintura y los autos en los que la gente habla y que atraviesan paisajes. No hay como dejar de ver ese plano abierto sobre el mar y la voz en off de Marianne leyendo a Rimbaud “Elle est retrouvée. Quoi? L´éternité”. Dosis perfecta de lo más bello, violento y cursi de la Nouvelle Vague.

Comments

comments

X