”El amor es algo que necesita el ser humano (…) pero es algo que puede convertirse fácilmente en una explotación”: 15 PREGUNTAS A FASSBINDER
Fragmento de entrevista realizada a Rainer W. Fassbinder por revista Fotogramas, en abril de 1980. Una de esas pocas entrevistas que dio el genio, a propósito del estreno de Lili Marleen, un par de años antes de su muerte. Imperdible, bajo cualquier óptica que se la lea.
1.  Fotogramas: Nos habían dicho que sería difícil entrevistarle, que generalmente no se presta a entrevistas.
Rainer: Y así es. Además, no le estoy concediendo una entrevista, simplemente estamos charlando.
(…)
2.  Fotogramas: ¿De qué parte de Alemania es usted?
Rainer: Crecí en Munich. Mi padre era de la parte del Rhin y mi madre del este de Prusia, de Danzig. Tuvo suerte de estar estudiando en Munich cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, por lo que permaneció en Munich, ya que no podía volver a Danzig. Luego conoció a mi padre. Se casaron en Munich siendo aún estudiantes.
3.  Fotogramas: ¿Cómo son sus relaciones con ellos?
Rainer: Mis padres han estado divorciados desde 1951. Las relaciones con mi madre son bastante buenas, somos buenos amigos. A veces le doy algún papel en mis películas. A mi padre no le he visto en mucho tiempo…. quizás haga diez años que no le veo.
4. Fotogramas: ¿A quién no le interesa esta relación de los dos?
Rainer: Él a mí no me interesa lo suficiente como para hacer el esfuerzo de reencontrarle y llegarle a conocer.
5.  Fotogramas: ¿Cuándo empezó a hacer cine? A veces se tiene la impresión de que nació haciéndolo.
Rainer: Más o menos. Mis primeros cortos los rodé en 1965-66, cuando aún estaba en la escuela de Arte Dramático en Munich.
6. Fotogramas: ¿Originalmente quería ser actor o director?
Rainer: No era mi intención ser director, pero quería tener algún aprendizaje.
7.  Fotogramas: ¿Era un actor con talento o cree que todo el mundo puede ser actor?
Rainer: Creo que todo el mundo puede ser o puede convertirse en actor. Se trata de una mezcla de fantasía y la capacidad de expresar esta fantasía de una forma concreta, y yo creo que todo el mundo posee este talento. Uno puede aprenderlo, de la misma forma en que aprendemos latín o aritmética en la escuela. Yo pude haber sido actor. En realidad me habría gustado serlo.
8.  Fotogramas: Pero usted suele aparecer como actor en muchas de sus películas, ¿no es cierto?
Rainer: Sí, sí. Me gusta, sobre todo cuando conozco a los demás actores bien y somos amigos.
(…)
9. Fotogramas: Cuando elige a los actores para sus películas, ¿cuál es su criterio? ¿Los elige por la personalidad, porque dan el tipo o por el talento?
Rainer: Es difícil generalizar. Depende de muchos factores. Me gusta trabajar con actores de teatro si tienen ese algo que hace de sus trabajos algo más que mera técnica. La mayoría de los actores no van más allá de la técnica que han aprendido, una vez que la han aprendido. Se pegan a ella y repiten lo mismo una y otra vez, aunque naturalmente hay excepciones. También me gusta trabajar a veces con lo que suele llamarse estrellas de cine, quienes a lo mejor no son capaces de subir a un escenario pero sí son capaces de proyectar lo que yo llamo fantasía concentrada.
10. Fotogramas: Algunos le conocen en Alemania como Fassbinder, el enemigo de todos, quizá porque en sus films no deja títere con cabeza, ni personas ni instituciones.
Rainer: No todo mi cine conlleva ese mensaje de que soy enemigo de todo y de todos. Lo que intento expresar en mi cine es que ciertas instituciones de la sociedad en que vivimos son inhumanas y esto a muchos no les gusta.
11. Fotogramas: ¿Cree que ésta ha sido siempre una constante o cree que vivimos en una época un tanto especial en este sentido?
Rainer: Vivimos en una época en la que esto resulta aún más obvio. Por ejemplo, yo creo que el matrimonio es una de estas instituciones. Aunque yo, por el momento, no tengo nada mejor que ofrecer en su lugar, sin embargo sé que esta institución está destruyendo a mucha gente… esta confianza institucionalizada de una persona en otra…
(…)
12. Fotogramas: ¿Le aburre la pareja?
Rainer: No, no es aburrido, no. Lo que pasa es que sientes una obligación hacia tu pareja, y esta obligación me convierte en un ser humano frustrado y como consecuencia me muestro enfurecido y violento con la otra persona. No me siento preparado para una relación de este tipo.
13. Fotogramas: ¿Cree que la otra persona también se siente obligada?
Rainer: Todos nos sentimos obligados, ese es el problema. Creo que no hay auténtica libertad, decisiones libres. Todo está determinado por este sentimiento de obligación que uno experimenta en estas relaciones, pero por desgracia también esto se produce en un grupo como ya he descubierto y como ya le he dicho. Como ve, no tengo la solución.
14. Fotogramas: ¿No es imposible vivir sin obligaciones? Uno siempre siente algún tipo de obligación, ¿no cree?
Rainer: Es cierto, pero es más fácil si vive en un grupo porque las obligaciones están repartidas y las frustraciones no las paga uno solo. Después de todo, las frustraciones se convierten en odio o en miedo. Al mismo tiempo que odias a esa persona, tienes miedo de perderla. Esto puede parecer estúpido, pero es la dialéctica de las relaciones humanas. Lo que intento decir en mis películas una y otra vez es que no creo que las instituciones que la sociedad nos ha proporcionado sean las adecuadas para nosotros. No conozco otras mejores, pero me gusta pensar en esto y poner énfasis en ello una y otra vez. Puede que a fuerza de repetirlo la gente empiece a pensar en alternativas.
(…)
15. Fotogramas: ¿Y el amor?
Rainer: El amor es algo que necesita el ser humano. Es importante para todos, no importa qué forma asuma el amor. Pero por desgracia es algo que puede convertirse fácilmente en una explotación.

 


 

 
Vivió poco. A los 37 años, una mezcla de cocaína y barbitúricos lo mató. Hizo muchas cosas. En casi 15 años de carrera realizó al menos 40 películas —eso sin contar con las obras de teatro que dirigió, las obras en las que actuó, las series de televisión que hizo, etc—. Es quizás la figura más importante del Nuevo Cine Alemán y si hacemos una comparación exagerada, se podría decir que Fassbinder es al cine lo que Arthur Rimbaud fue a la poesía: un reformador absoluto, un genio dedicado solo a trabajar, a poner en evidencia una gran puesta en escena en casi toda su filmografía. 

 

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