Por Rafael Barriga

Los historiadores del futuro señalarán al año 2020 como la fractura del siglo XXI. Los hechos suscitados a partir de la pandemia del COVID-19 –cuarentenas, toques de queda, suspensión de actividades, crisis sanitaria, exceso de muertes en relación con los años anteriores– todos ellos registrados a nivel global, son apenas primeros síntomas de algo mucho más fuerte y doloroso que el mundo enfrentará en los años por venir. 

El 2020 fue un año parteaguas, una fractura definitiva. Y este 2021 y quizás varios años más, serán tiempos donde se requerirá de una comprensión de que el mundo que vivimos es uno más complejo, más injusto, más pobre. Que el futuro está lleno de amenazas –de bioseguridad, de salud, de precariedad económica, de menos oportunidades– y, sobre todo, de incertidumbre. Somos testigos de que el Ecuador, y una gran parte del mundo, en el año 2021, sobrepasa todos los límites anteriores de inviabilidad, de caos, de fraude y de poca vergüenza.

El 2020 desnudó definitivamente la injusticia y las inequidades, la codicia y el desfalco, la pobreza de los liderazgos y el silencio y humillación de la gente común y corriente. Para nosotros, un país cuya gran mayoría de habitantes es auto-empleado, la mayoría de veces en situaciones de gran precariedad, el presente es un infierno y el futuro es un enigma. Millones de personas han dejado de percibir recursos. Cientos de miles de niños han dejado de ir a la escuela. Miles de negocios han cerrado. 

Y sin embargo, como en la fractura del siglo XX –la de los fascismos y la exterminación masiva– esas mismas personas, esa misma gente común y corriente, encontrará un camino. Tomará tiempo, harán falta esfuerzos descomunales, pero el camino se encontrará. De hecho, desde las prácticas de producción cultural, por ejemplo, grandes y pequeñas luchas se han intensificado. El significado interior de nuestros tiempos ha sido puesto, con más vehemencia que antes, por muchos. 

En ese contexto se realiza esta edición del festival “La fractura del siglo”. 
8ymedio, la casa que aloja y co-organiza el festival, con el empecinamiento y obstinación que le caracteriza, se ha negado a cerrar sus puertas a pesar de las infinitas trabas naturales de los confinamientos que hemos vivido. Allí está el 8ymedio, otra vez, mandando un mensaje claro: a pesar de todo, seguimos. Lo mismo pasa con este festival. 
En octubre de 2020, Sara Roitman –fundadora y directora del festival–, Mariana Andrade –directora de 8ymedio– y yo –que funjo de programador del festival– nos reunimos y decidimos hacer una versión más reducida del festival, con el fin de entregar al público un puñado de películas que continúen la búsqueda que venimos realizando desde hace seis años. 
¿Qué búsqueda es esa? “La fractura del siglo” está interesada en proponer una discusión, una reflexión sobre esos temas que constituyen problemáticos para nuestra experiencia humana. Arrancó el festival, hace seis años, con una vocación de presentar películas sobre el Holocausto y sus temas relacionados. Con el tiempo, y sin dejar esa vocación de lado, las temáticas y los lugares se han ido ampliando. Los encierros y las dictaduras, la violencia y las opresiones han sido temas recurrentes, y así también, sobre todo, las historias de aquellos que se han opuesto a ellas y que han jugado su vida para que la vida sea mejor. 
Este año presentamos una muestra pequeña pero poderosa. Ver el nivel psicótico, extremo y brutal de muchos de líderes del mundo nos ha hecho seleccionar el film Unfit (el incapaz): la sicología de Donald Trump, para poder entender la macabra forma de pensar del ex líder de los Estados Unidos, y recapitular las exorbitantes pérdidas, para todo el mundo, de su trágico paso por el poder. “Unfit…” es un brillante análisis de los elementos que juegan en la cabeza del narcisista máximo de hoy. 
Hemos querido presentar también el bello film Saul and Ruby’s Holocaust Survivor Band, la historia de dos sobrevivientes del Holocausto que, ya jubilados y viviendo en el sur de la Florida, deciden embarcarse en una aventura: crear una banda musical que recuerda sus orígenes. Es una historia de resiliencia y amor a la vida, que nos demuestra otra vez el poder y convicción de la gente sencilla y corriente. 
Presentaremos además un film ecuatoriano, que se estrena en nuestro festival: Octubre: los encuadres de una protesta, de nuestro permanente colaborador Alex Schlenker. Se trata de una pieza que compila, de una forma eficaz, las obras de 35 fotógrafos y fotógrafas capturadas durante los sucesos del paro nacional de octubre de 2019. La integración de las muchísimas fotografías expuestas, en un único cuerpo de 82 minutos, nos permite reflexionar sobre esa “fractura” política y ciudadana vivida por los ecuatorianos. Junto al film de Alex, presentamos también el cortometraje La rebelión de la memoria de Daniel Yépez Brito. Este también presenta los sucesos de Octubre, pero esta vez desde el impresionante acervo de video-aficionados que grabaron con sus teléfonos las agrestes jornadas.  
“La fractura del siglo”, en esta versión más pequeña, pretende que, a través de estas películas, veamos desde otros ángulos, un mundo que hoy está enfrentando un momento crucial. Les esperamos, como siempre.

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