Por Johana Jiménez
Los tonos graves y bajos del chelo de la islandesa Hildur Gudnadóttir le merecieron el Oscar a mejor banda sonora de 2020. La entrega de los premios a lo mejor de la industria del cine de este año trajo muchas sorpresas, la más importante quizá es la premiación como mejor película a Parásitos del director sur coreano Bong Joon-ho. 
Sin embargo, el Oscar para Gudnadóttir (1982) por la mejor banda sonora en la película Joker muestra datos interesantes. En toda la historia de los premios, ella es la cuarta mujer que lo logra luego de Michel Legrand, Alan y Marilyn Bergman (Yentl,1983); Rachel Portman (Emma, 1996) y Anne Dudley (The Full Monty, 1997). Al recibir la estatuilla dedicó el logro a las mujeres y se reconoció como esposa y madre, pero también como compositora e hizo un importante pedido: “A las mujeres, a las chicas, a las madres, a las hijas que escuchan la música que les hierve dentro, por favor, alcen la voz: necesitamos oírlas”.
Desde niña, Hildur estudió chelo en su país y luego se trasladó a la Universität der Künste en Berlín, Alemania. Pero la chelista, además de compositora, es cantante. Puso su voz en algunas bandas europeas y en su extensa y variada carrera musical editó cuatro álbumes en solitario desde 2014 a 2016. Sus melodías se han escuchado en teatro, cine y danza.  
En su discurso durante la ceremonia agradeció al director de Joker, Todd Philips y a su protagonista, Joaquín Phoenix (mejor actor). En su proceso, ella partió del guion para crear la música y para los entendidos, las notas que escogió en Do menor plantean una dualidad que facilitaron al actor meterse en el personaje y presentar una atmósfera lúgubre, triste y depresiva. Las notas de Guðnadóttir construyeron un personaje oscuro y hasta tenebroso.  
Acostumbrándose a ganar
Además del Oscar, en 2020, por su banda sonora original para Joker la compositora ha recibido los premios Globo de Oro, BAFTA y el premio de la Crítica Cinematográfica. En 2019 por la banda sonora de la serie Chernobyl de HBO ganó el premio Grammy por el mejor álbum de banda sonora para medio visual y un Emmy a la mejor composición musical para una miniserie.
Desde 2012 se puso al frente de las partituras enteras de películas como Medidas extremas (2010) y A Hijacking (2012). También participó como chelista, no compositora, en las bandas musicales de El Renacido (2015) y La llegada (2016).
¿Cuáles eran las otras nominadas?
La desazón y el abatimiento del chelo ganaron este año a las bandas de las películas Mujercitas (Alexandre Desplat), Historia de un matrimonio (Randy Newman), 1917 (Thomas Newman) y Star Wars: El ascenso de Skywalker (John Williams).

Los premios Oscar a mejor banda sonora original se entregaron por primera vez en 1939 y es un reconocimiento al conjunto de música incidental creada particularmente para una película.
Servir a la película
Lo que llama la atención de Gabriela Yánez, docente de cine de la UDLA y con una maestría en diseño de sonido, es “el instrumento usado [chelo] ya que sigue la evolución del personaje. Hay una constante tensión irresuelta en términos emocionales: es tensa, no acaba de explotar y no baja tampoco. Las cuerdas recuerdan constantemente la disonancia, la dureza y la tensión con la inconformidad del personaje que no acaba de encajar en la norma”. 
Para Yánez “la música siempre debe servir a la película, pues debe estar pensada como un componente más para contar la historia: habla de momentos, de ideas”. Funciona como un elemento más mediante el cual se expresa el guion, que indica cómo se mueve la historia, e incluso elementos que no están en palabras se expresan sutilmente con el lenguaje universal de la música. Si está bien pensada como una herramienta, no va tapando huecos o reforzando ideas, cuenta la historia de manera distinta”.
Nelson García, compositor y músico ecuatoriano, hace énfasis en que la melodía siempre ayuda a la narrativa de una película. La música “cumple diferentes funciones dentro de una película y es extremadamente importante porque añade información al relato”. Sobre la banda de Joker indica que el trabajo de Gudnadóttir fue también novedoso porque “generalmente se compone la música una vez que está filmada y editada la cinta, pero en este caso el proceso empezó con la composición antes, incluso el actor principal, Joaquin Phoenix, ha declarado que oír la música le sirvió para crear el personaje”. García describe al chelo como “un instrumento muy lírico que transmite muchas emociones cuando es tocado solo”.
Entre 1934 (primer año de los premios Oscar) y 1937 no se premiaba al compositor sino al director del departamento de música de cada estudio.

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