Conversamos con Sara Roitman, artista visual y mentalizadora del ciclo de cine La Fractura del Siglo.
¿Cómo surgió la idea de este ciclo de cine?
El 27 de enero es un día fijado por las NNUU para conmemorar el día del Holocausto a nivel mundial. En el Ecuador se realiza un acto en la UDLA, organizado por la Embajada de Israel, el colegio Einstein y las NNUU. El decano de la UDLA junto con Alberto Dorfzaun, presidente de la Comunidad Judía, me contactaron para dictar un ciclo de conferencias para sus estudiantes, sin embargo me excusé pues para ello necesitaría varios meses de investigación. Fue entonces cuando se me ocurrió este ciclo de cine, pues pensé que sería algo más efectivo y que llegaría a todos. Vine a Ochoymedio, hablé con Mariana y le encantó la idea. Empezamos a organizarnos y a ver cómo nos iba. Fue una iniciativa privada que no contaba con fondos de ninguna institución, así que me dediqué a autogestionar el presupuesto, lo cual lo logré a pulso y a base de donaciones privadas. La única institución que nos ha apoyado es la Embajada de Israel, cuya venia era de suma importancia para realizar este ciclo, junto con la de la Comunidad Judía.
¿Para qué tipo de público está pensado este ciclo?
Mi idea es que tenemos que orientar esto para otros públicos, no solo para la comunidad judía, pues ellos llegarán por default. Hay niños de 14 o 15 años que encontré en la casa Trude Sojka -dedicada al Holocausto- que no saben lo que es un genocidio. Me parece que tenemos una misión importante, no solo hablar del pasado para no olvidar sino reflexionar acerca de lo que está pasando ahora. Los alemanes fueron sistemáticos, cierto, pero hoy en día en otros países está pasando algo similar. Quién se puede imaginar que son 4 millones de refugiados, Uruguay es más pequeño que eso.
En ese sentido, ¿crees que es importante conectar el pasado con el presente?
Totalmente. En algún momento pensé qué significado tiene este trabajo que estamos haciendo como grupo, y creo que se trata de sembrar conciencia. Es muy fácil mirar al otro lado. A pesar de que vivimos una sociedad totalmente mediática, la gente ve las noticias y sigue con su vida. El mundo está allá y yo estoy aquí, entonces ¿cómo achicamos esa distancia? El mundo somos todos. Veo esas fotos de esos niños junto a sus padres tratando de cruzar una frontera, y me pregunto qué tipo de generación vamos a tener a futuro.
¿Crees que como humanidad no hemos aprendido nada de la historia y que por eso se siguen repitiendo estos eventos?
Definitivamente. A veces me sorprende lo salvajes que somos como seres humanos. Y como habíamos alguna vez hablado de esto, la idea no es hacer un recorrido por el Holocausto desde la victimización. Es como decir: esto pasó y tenemos que estar alerta que no vuelva a pasar. Pero lo que sucede en África no es menos terrible de lo de Alemania. Están ocurriendo cosas terribles en otros lados.
Es decir, ¿podemos ver esto como una oportunidad para hablar del tema de la guerra y de lo destructiva que es, sea del origen que sea, ideológico, religioso, político, etc.?
Sí, porque si le preguntas a la gente que vive en medio de conflictos armados qué quiere, quiere paz, prosperidad, que los hijos crezcan bien, etc. Eso es lo que quiere la mayoría de la gente. Pero detrás de todo esto hay presiones de grupos que viven de hacer guerra, no quiero ni siquiera denominarlos. Es muy difícil combatir eso.
¿Qué enfoque aborda esta selección de películas?
Creo que las películas abordan este tema desde distintos puntos de vista marcados por experiencias de realizadores que se proponen un trabajo desde la ficción y el documental. Hemos hecho un mapeo y me encantaría que esto se convirtiera en ciclo anual para que podamos abordar otros temas, creo que lo de ahora es una introducción.
Esto tiene para largo…
Si, ojalá logremos hacerlo. Cuando yo empecé esto no me imaginé lo que se venía, pero cada vez más estoy involucrada y más contenta de lo que he hecho porque hay una convicción.
¿Es un compromiso personal?
Sí, yo vivo en el Ecuador muchos años y he hecho muchos proyectos grandes. Este trata acerca de lo que somos como seres humanos, más allá de tener diferentes creencias y tradiciones: en esencia somos lo mismo. En mi trayectoria artística he tocado el tema de la identidad y lo he abordado desde muchos ángulos, desde lo nómada hasta la identidad sexual. He trabajado con gente homosexual, transexual, y conmigo misma como un producto de migración constante. Creo que toda esta gente que sobrevive guerras, que se convierten en refugiados y se desarraigan, se va a preguntar lo mismo que yo me he preguntado a lo largo de los últimos 30 años. De alguna manera se relaciona a ese hilo conductor que ha tenido mi trabajo en estos años.
¿Alguna vez en tu trabajo como artista abordaste el tema del Holocausto o de tus raíces judías?
Sí, he tocado el tema, de hecho estuve en Buchenwald (campo de concentración) que queda en lo que era la Alemania Oriental. Allí realicé un video totalmente abstracto. Corrí con cámara en mano el perímetro del campo de concentración, la cámara está hacia abajo, solo se ve la grava bajo los pies y se escucha el sonido de los pasos al correr. De este campo lo que más me impresionó es la no-memoria. No hay casi nada. Parecía más un parque temático por el tipo de restaurante con grandes letreros de Coca-Cola.
Has trabajado desde la memoria el tema de la identidad…
Sí, mis padres no fueron sobrevivientes del Holocausto, pero mi papá salió de Europa cuando era niño en la mitad de la Segunda Guerra Mundial. Todos estamos tocados aunque no tengamos directamente un familiar que murió en un campo de concentración o fue un sobreviviente.
¿Qué te queda de esta experiencia?
Me parece que ahora estoy al principio de un viaje que no lo planifiqué. Desde el principio pensé que podía ser interesante un ciclo de cine en esta fecha pero luego entendí el potencial que tiene. Lo de ahora es una introducción, el año que viene podríamos hablar de la propaganda o del arte en tiempos de guerra. Da para largo. Hay una respuesta positiva de la gente y va a ser interesante ver las reacciones y evaluar qué significó para el público. Quizás todos estábamos esperando una oportunidad como esta, de convocar, de convocarnos, de traer películas y profundizar en el tema. Creo que hay mucho por hacer, esto es recién el comienzo.
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