Mariana Andrade lleva alrededor de 20 años haciendo una destacada gestión cultural y aportando a las artes del país. Por eso parece lógico que le haya sido encomendada la Secretaría de Cultura de Quito en la administración municipal que comienza hoy (14 de mayo de 2014), con Mauricio Rodas a la cabeza.
Mujer de energía incombustible, ideas claras y espíritu emprendedor, a partir de hoy enfrenta uno de los retos más grandes de su trayectoria. Se tomó su tiempo para aceptar la propuesta del Alcalde entrante -lo suyo no es el poder por el poder- y solo una vez embarcada en esta empresa aceptó dar alguna pistas de por dónde irá su trabajo en la Secretaría
¿Cuál será el cambio más importante que implementará en su gestión en la Secretaría?
Vengo de la gestión cultural independiente y de la creación artística. Siempre he pensado que la cultura debe ser crítica y contestataria. Creo que mi mayor fortaleza está en entender la relación, a veces conflictiva, entre gestores, autoridades y administradores públicos. ¡La administración de la cultura no tiene porqué ser un problema!. Lo primero que haremos es abrir las puertas y dejar que circule el aire. La cultura de una ciudad es lo que la gente quiere y demanda que sea. Llegamos con el ánimo de devolverle la alegría y la dignidad a esa Secretaría, a los gestores, y que esta alegría se sienta luego en la ciudad. Somos artistas y queremos mantener esa frescura. Para esto, partiremos primero de una reingeniería integral de la Secretaría de Cultura, que empezará por la concepción misma de su función. Hasta ahora ha primado una orientación que asigna más valor a los eventos que a una visión de la cultura como un detonante de procesos sociales. Esa es una orientación que tiene que cambiar, para que la Secretaría se convierta realmente en la rectora del quehacer cultural en la ciudad y regule, de manera orgánica y respetuosa, el trabajo de las distintas instancias. El tema de la organización de eventos podría manejarse desde una unidad o un departamento, pero no puede ser el eje de acción de la Secretaría, como ha sido por años. Me interesa la construcción de sistemas y de políticas a largo plazo que rijan los principales campos de acción: desde políticas de fomento, procesos comunitarios, fomento a las industrias culturales, cruces entre cultura, entretenimiento y turismo, y formación de audiencias, hasta fondos concursables. Me interesan las iniciativas que vienen sobre todo, desde la comunidad artística como festivales y encuentros de todo tipo. Me interesa también la construcción colectiva de una ordenanza cultural que proteja nuestro trabajo  y respete nuestros derechos. Pero hay que tener claro que esta reingeniería toma tiempo, no es una cosa que se hace al primer mes, así que hay que tener paciencia y claridad en las acciones. Somos gente de procesos que se siguen paso a paso, sin adelantarnos ni dar cambios de timón por presiones externas. Sembramos para cosechar a futuro.

¿Qué líneas o políticas actuales mantendrá?
Me parece importante continuar y fortalecer el trabajo que se ha venido haciendo desde la Fundación Museos de la Ciudad y la Fundación Teatro Sucre, pero creando puentes con los gestores y productores escénicos de Quito. Hay que mantener programas que se convirtieron en hitos de la agenda cultural de la ciudad, como las fiestas de Carnaval y Semana Santa. Hay obras que se han inaugurado hace poco, como el Parque Urbano Qmandá y el Teatro Capitol, a las que hay que darles mucho impulso y terminar su equipamiento. En el caso del Capitol habrá que trabajar mucho en la construcción de audiencias porque su entorno urbano ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. Me interesa impulsar el trabajo de los 42 Centros de Desarrollo Comunitario, en labores de sentido cultural (y no proselitistas), dotándoles de infraestructura técnica y de personal capacitado para su manejo, para crear corredores culturales, que sirvan como salas de ensayo, creación y difusión.
¿A través de qué mecanismos se agilitarán los procesos de propuesta, contratación y pago a los artistas (de todas las ramas) que trabajen con los proyectos de la Secretaría de Cultura?
Debemos analizar cómo es el sistema actual primero. Hay que entender el mismo, porque sé, en primera persona, lo engorroso que resulta seguir los procedimientos de contratación pública que, por lo general, no están diseñados para el campo cultural. Los funcionarios muchas veces carecen de la información para entender cuál es el proceso que sigue un artista, un gestor para hacer su trabajo. Nuestra intención es mejorar todos estos procesos, agilizar los trámites. Pero, insisto, esto no es algo que se pueda adelantar sin tener conocimiento en detalle de lo que pasa dentro.
¿El Instituto de Patrimonio se mantendrá fuera de la Secretaría de Cultura (como quedó establecido en un reciente cambio, y ahora pertenece al área de Territorio del Municipio)?
Sí, en el nuevo organigrama ya está definido de esa manera y así se quedará. Lo que hay que hacer es definir con claridad las funciones del Instituto de Patrimonio y del área de patrimonio dentro de la Secretaría, para que no haya cruces ni se dupliquen funciones. Es importante fortalecer la valoración y apropiación social del patrimonio tangible e intangible, cultural y natural de la ciudad. Hay que fomentar la investigación, educación, documentación y conservación. Me interesa especialmente trabajar en el campo patrimonio y memoria cultural de mujeres, indígenas, afrodescendientes, migrantes y otras minorías.
¿Qué pasará con Ochoymedio (de Quito, Guayaquil, Manta e Imbabura) mientras esté en el cargo público? ¿Quién se hará cargo?
MAAC Cines de Guayaquil y Manta son salas del Ministerio de Cultura que OCHOYMEDIO operó y programó durante más de diez años, consolidando un circuito único de salas y espacios alternativos de exhibición de cine independiente. El contrato que OCHOYMEDIO mantenía con el Ministerio de Cultura terminó en diciembre pasado. Las salas de Quito y de Cotacachi se van a fusionar y mantendrán una línea coherente y articulada de programación. Existe un equipo consolidado que durante todos estos años ha hecho de OCHOYMEDIO lo que es: el valor de una idea, una utopía posible. Ellos estarán a cargo en mi ausencia.
Todo esto va más allá de un nombre o de una persona, así que OCHOYMEDIO seguirá siendo un espacio creativo, de circulación de ideas, de crítica, de alternativas culturales. OCHOYMEDIO dejó de pertenecerme hace años para ser parte de la ciudad, del cine, de las artes escénicas y es el espacio que me ha puesto ahora en el sitio en el que estoy.
¿Cómo se manejará de ahora en adelante (criterios, valores, personas) la censura en el cine? (teniendo en cuenta el último incidente que hubo con ‘Feriado’)
La calificación de las películas, como se hace actualmente, ya no responde a los tiempos que vivimos. En acuerdo con el Consejo Nacional de Cine, pensamos establecer normas de recomendación y orientación para las películas exhibidas en el Distrito, es decir, manejar la calificación de películas con criterio técnico, no moralista ni censurador.
Uno de los programas de la actual alcaldía es el programa CineQ. ¿Desde su administración se va a fomentar la producción o la difusión del cine nacional?
Debemos fomentar la circulación de obras audiovisuales sobre todo en espacios alternativos. El sector del cine es atendido ya por el Consejo Nacional de Cine y es importante enfocarse en la otra área de la cultura, como el teatro, la danza, la música, que requieren políticas de fomento. Dicho esto, estamos abiertos a dialogar con los gremios y asociaciones del cine para apoyar sus procesos. Un proyecto clave para Quito es la creación de una Comisión Fílmica que regule, fomente y dinamice la producción de películas que tengan a nuestra ciudad como escenario.
Se conoce que Ud. estuvo al frente del proyecto de salas concertadas. ¿Esto en qué ayudaría en una ciudad como Quito en la cual el público prefiere la gratuidad antes que el abono para una obra? ¿Pondrá en marcha, dará apoyo al proyecto?
Este es un proyecto que se ha estado gestando por años. Reconoce a los espacios independientes como fundamentales para la ciudad porque es en esos espacios donde el hecho cultural se produce y consume. Muchos de ellos han venido sirviendo a la ciudad por décadas sin una subvención sostenida ni mayor reconocimiento. Son espacios auto-gestionados por artistas, realizadores, productores, actores, que aportan y enriquecen el tramado urbano y social. Son además parte de la cadenas productivas pues existe un amplísimo campo de actividades económicas conexas al quehacer cultural. Son foros de cohesión social y proyección turística y son creadores de empleo. El sistema busca crear condiciones de sostenibilidad para estos espacios. Esta será una de las primeras acciones que haré desde la Secretaría. Quito no sería igual sin el Patio de Comedias, Malayerba, Espada de Madera, Frente de Danza Independiente, Fama, Estudio de Actores, Teatro Babilón, entre otros, así que hay que protegerlos.
Qmandá Parque Urbano es el nuevo gran espacio de la ciudad para actividades culturales, ¿cómo se articularían espacios similares en los polos de Quito?
Qmandá es un proyecto muy nuevo. Es genial que en vez de construir un mall, se hiciera un parque urbano que ha transformado la dinámica social de los barrios colindantes. Antes que replicarlo debemos asegurar -por ahora- que sea sostenible.
¿La inversión privada estaría contemplada en sus planes para la Secretaría?
La red de salas es un ejemplo de co-gestión y yo creo mucho en eso. Estamos convencidos de la importancia de la participación privada en los asuntos de la cultura, en muchos niveles. Desde hace años se han ido eliminado los incentivos para la participación privada en la cultura e inclusive se ha asentado la noción de que cultura y economía son asuntos que no concurren. Nosotros venimos de la gestión independiente y hemos hecho nuestra labor en participación con el Estado. Los gestores y artistas independientes conocen mejor que nadie la especificidad de su labor y su audiencia. Por ello debemos recuperar para la Secretaría de Cultura una política de oídos y puertas abiertas, recobrar la confianza de iniciativas ciudadanas.
¿Cómo fomentar la cuestión editorial desde el Municipio de Quito?
Pensamos que el tema editorial es muy importante y debe ser entendido en su globalidad, desde la producción de contenidos, la distribución y el fomento de la lectura. Plantearemos la creación de un sello editorial de la ciudad, pero es un tema que se debe estudiar a fondo.
¿Cómo planteará la comunicación e interacción con el Gobierno central (Ejecutivo y Ministerio de Cultura) desde la Secretaría?
Creo que hay prioridades para el desarrollo cultural de la ciudad que requieren la concurrencia y coordinación del Gobierno Central y el Municipio. Estamos dispuestos a dialogar en pro de mejorar la gestión cultural en la ciudad. Temas como fomento a las industrias culturales, la protección del patrimonio, los marcos jurídicos y legales para la cultura son prioridades tanto para el Ministerio como para el Municipio. Me siento en un lugar y en un momento clave. Soy parte de los gestores culturales, he reconocido la importancia de la creación de un Ministerio de Cultura y ahora estoy en la función pública. Es un buen momento para aprovechar el dialogo y la construcción colectiva de políticas.
Hoja de vida
Quiteña, con experiencia como productora en largometrajes de cine de ficción y documental y gestora cultural.
Desde el 2001 hasta hoy fue la directora ejecutiva de Ochoymedio en Quito; y dirigió MAAC Cine en Guayaquil y Manta.
Ha producido festivales de cine, danza y teatro; también ha incursionado en proyectos editoriales y de investigación.
Foto: María Isabel Valarezo (EL COMERCIO)
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/cultura/MarianaAndrade-Secretaria-cultura-Quito-Municipio-Rodas-gestion-cultural-Alexa_0_1138086193.html.

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