Para la sexta edición del Festival Internacional de Cine de Quito, organizado por la Escuela de Cine de la Universidad de Las Américas,  Wilmer Pozo, Rafael Méndez, Nantu Mantilla, Jonnathan Carchi, Mayky Alvarado y David Yépez presentaron sus cortometrajes para que sean proyectados en la pantalla grande de 8ymedio. 
Carolina Rodríguez y Nicole Espinosa estudiantes de periodismo de la UDLA entrevistaron a estos 6 directores y nos traen un poquito de su historia.
Por: Nicole Espinosa Chávez
Hace varios años en Atenas del Ecuador, un pequeño talento cinematográfico se fue formando ante los ojos del lente de una cámara. Por la distancia, el padre de Jonnathan Carchi le había regalado una cámara para que desde donde estuviera se grabará y así él pudiera ver su crecimiento de su hijo. Esto en un inicio creó incomodidad en el pequeño Jonnathan “yo también le cogí temor a la cámara, decía es el ojo de mi papá que no está presente». 
Sin embargo, donde pudo haber iniciado un terror por las cámaras de video, realmente nació una pasión. La cual años después se vio reflejada en un corto experimental autobiográfico llamado La Cámara Secreta, su primera pieza.  
Ahora, en cambio, un Jonnathan apasionado por el cine ha querido mostrar a través de su lente algo más profundo, «un mensaje de concientización tanto para la ciudad de Sucúa, como para el resto del mundo» ahí es donde nace Arutam. 
El proyecto resultaba muy atractivo y aprovechando esto intentó buscar apoyo para financiar los costos del cortometraje. Sin embargo, en un inicio no logró obtener un apoyo sustancial, pero él no se dejó vencer. Visitó la tierra de Sucúa y aprovechó las amistades que había formado hace un tiempo atrás, para poder darle vida a su proyecto. Con el equipo ya en la ciudad, los mismos habitantes fueron el punto de apoyo para que se realizara la pieza cinematográfica.
“Gracias a la misma Pachamama, al mismo Arutam, a la gente que vive ahí, logramos conseguir absolutamente todo. Casi 5 mil dólares que cuesta nuestro corto, en cuestión de comida, logística, transporte. Para nosotros como profesionales fue tan gratificante tener desde cero todo, absolutamente todo para grabar este filme.” 
Esa más que nada fue la motivación más grande para no perder la fe en el proyecto. 
“Arutam es ese logro para nosotros de tener esa pasión de hacer cine sin tener nada de recursos. Por el apoyo de la gente logramos hacer visible este cortometraje.”
De esa forma finalmente Jonnathan logró reflejar la esencia de una cultura amazónica en una pieza que él califica como “contemplativa”. Justo eso es lo que, según él, caracteriza a su trabajo, algo que se aleja de la comercialidad de un producto y se enfoca más en los detalles. 

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