Por Juan Sebastián Goyes Flor
Isabella Parra es una realizadora que creó, junto a una socia, una empresa productora llamada Caleidoscopio Cine en 2011 con la cual ha hecho varios filmes en el país. Anteriormente, trabajó en el Festival Cero Latitud del 2004 y también ha estado detrás de proyectos como Inspiracine que buscan generar una mayor visibilización de cine en jóvenes.
¿Qué has aprendido sobre ser productora?
Que nada está dicho. Creo que dentro del trabajo todos hacemos un poco de todo, no solo producción. También te das cuenta de que en el borde entre la gestión cultural y el montón de otras ramas, es difícil de encasillarse, al menos para mí – que no me interesa encasillarme –. Trabajar en proyectos de cine es creer en algo, en un proyecto, y desde ahí se dan las cosas.
Yo creo mucho más en los equipos con gente multidisciplinaria que está súper embarcada en proyectos que funcionan de una manera más jerárquica y estructurada que se ve en el cine industrial. Es algo que yo justamente he ido definiendo en qué línea del cine me interesa trabajar para ver si trabajo en proyectos que son más grandes o eficientes industrialmente. También me doy cuenta de que me interesan proyectos que quieren contar algo, así sean cine, danza o teatro. Ahí creo que no necesitas una estructura tan rígida.
Cuando se te presenta un proyecto ¿Qué es lo primero que te llama la atención?
Se trata mucho del punto de vista. Eso es una mezcla de con quién trabajas y obviamente el contenido.
Lo que dices dentro de una obra depende de dónde viene y los temas que tratas, eso es cada vez más importante para mí.
Después tienes que trabajar lo estético y todo el conjunto, pero siempre en función del punto de vista.
¿Cuál es la importancia de proyectos como Inspiracine dentro de la actualidad del cine nacional e internacional?
Nos terminamos vinculando más a niños y jóvenes pero en realidad queremos que sea más libre y no tenga un encasillamiento sino que genere espacios en que haya posibilidad de propiciar la inspiración en diferentes áreas. Ahorita estamos desarrollando uno de género y medio ambiente y la idea es trabajar con colectivos tipo en comunidades o con escuelas y colegios para crear más visibilización alrededor del cine.
¿Te has dado cuenta de una pasión de los jóvenes por el cine?
Depende de cada individuo pero obviamente, puedes identificar a muchas personas que trabajan desde la pasión, porque sino no se puede hacer cine. Hay mucha gente que le interesa la profesionalización dentro de lo audiovisual, quizás no necesariamente el cine.
No puedes esperar que todo el mundo quiera hacer un cine de tal tipo o de otro, pero tampoco está mal hacerlo.
Creo que existe esta ilusión del éxito o de llegar lejos que me preocupa un poco en los jóvenes.
¿Estamos hablando de expectativas?
Es complejo. A veces, yo termino siendo la que pincha los globitos de las personas pero creo que es importante porque el mundo nos enseña un discurso de éxito que es difícil de manejar cuando eres un estudiante.
¿Qué interpretaciones erróneas existen alrededor del rol del productor en la actualidad tomando en cuenta los prejuicios de género?
El rol del jefe de producción ha estado muy vinculado a estereotipos femeninos de que ‘la mujer es la mamá de los pollitos’ o ‘las mujeres son más organizadas’. Es cierto que ha habido grandes productoras que son buenas jefas de producción porque les ha tocado y han sido muy buenas haciendo sus trabajos. Es más probable que tengas esta idea que la jefa de producción es mujer y el gafer un hombre.
Yo personalmente no he tenido graves rollos en términos creativos con un director, pero es algo que pasa. Se crea esta dinámica de ‘yo soy el director y tú la productora’ entonces yo me convierto prácticamente en una asistente. No se asume que tanto el director como el productor son dueños propietarios de una obra, por lo tanto socios y aliados responsables de que las cosas funcionen independientemente de cualquier otro factor.
“No puedes esperar que todo el mundo quiera hacer un cine de tal tipo o de otro, pero tampoco está mal hacerlo. Creo que existe esta ilusión del éxito o de llegar lejos que me preocupa un poco en los jóvenes.”
¿Cómo crees que ha cambiado el rol de la mujer que trabaja en el cine durante los últimos años?
Es un tema mundial que se puede aplicar en todas las áreas. No es novedad que hay más mujeres trabajando en cine, como en todo.
No es necesario ser mujer para hacer un cine más diverso. También hay muchos hombres en la industria que tienen una noción de lo que es la diversidad. Al final no importa qué género tengas porque tu punto de vista puede ser súper conservador entonces eso no te hace. Es súper importante que cada vez estemos más mujeres en la industria.
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