De la colección permanente de MUBI para el territorio ecuatoriano
“Mujeres con cámaras”
. |
.MS Slavic 7Sofia Bohdanowicz y Deragh Campbell Canadá, 2019, 65 min Audrey investiga en una biblioteca en Harvard sobre las cartas que escribió su abuela a otro poeta polaco a lo largo de su vida. A ella le interesa entender a las cartas como objetos, su materialidad y las marcas expresivas en su superficie. Audrey es una especie de alterego de Sofia Bohdanowicz desde la creación de las obras anteriores de las dos directoras en las que Deragh había estado delante de la cámara. MS Slavic 7 alude a la casilla que ocupa esa parte de la correspondencia en el archivo y la película articula la mirada de la actriz/autora con la de la directora/personaje real, a partir de los textos e interpretaciones sobre la búsqueda de las cartas, su traducción y el contenido mismo que revelan la mirada de la poeta polaca. La sutileza y la complejidad se aligeran con el tono fresco y lleno de humor de la puesta en escena de las dos colaboradoras. MS Slavic 7 continúa un esfuerzo que aparecía ya en el corto Veslemøy’s Song, la tensión entre la poesía, la pasión intelectual y lo trivial de la vida cotidiana con la burocracia de las instituciones y los prejuicios.
|
. |
.UnrelatedJoanna Hogg (Reino Unido, 2007, 96 min Mi amiga Chiara me había hablado de esta directora (El souvenir, 2019) y en MUBI llegué a su opera prima, Unrelated, por casualidad. La protagonista es Anna, en sus 40, pero su rostro y ademanes a ratos nos hacen confundirla con una adolescente. Anna está en La Toscana de vacaciones con unos amigos y los hijos de sus amigos. Ella no tiene hijos y a través de sus llamadas telefónicas con su pareja entendemos que no están en un buen momento. El grupo de veinteañeros acoge a Anna, quien se siente mucho más a gusto con ellos que con la gente de su edad. Diría que se siente más cómoda, pero justamente la incomodidad es una de las emociones que predomina en esta película. La tensión aumenta con la cercanía momentánea con uno de los chicos, pero lo que se presenta como romance para Anna, a nosotros se nos revela con una distancia más crítica. Joanna Hogg juega con el tono confesional de quien es capaz de representar desde una cercanía tan humana que duele el ridículo, mientras sonreímos devastados por la honestidad y la precisión emocional de este hermoso filme. |