Entrevista de Gabriela Paz y Miño  a Paco Salazar,  miembro del Colectivo Inteligentarium, organizador de la muestra “Cine Ciudad”

¿Por qué es importante hablar de las ciudades ahora?
La ciudad y los modelos de planificación urbana a nivel mundial innegablemente están en crisis. La mitad de la población mundial vive actualmente en las ciudades y este porcentaje seguirá creciendo.
Los conceptos de bienestar en la ciudad se han reducido a seguridad y supervivencia, dejando de lado al resto de componentes que hacen de una ciudad y de una sociedad saludables, uno de ellos: la equidad.
La crisis de las ciudades y de la planificación urbana se vuelven más visibles a partir de la recesión económica de los Estados Unidos (2008), cuando por efecto de la crisis hipotecaria y crediticia, se devela el fracaso de los asentamientos de dispersión urbana (sprawl), que eran el paradigma del buen vivir del sueño americano (casas unifamiliares regadas en una gran extensión de terreno alejadas de las ciudades, de los lugares de trabajo, estudio y de los lugares de abastecimiento).
El capital (la presión del mercado) ha dado forma a la ciudad actual, generando asentamientos polarizados, dispersos, inequitativos, impersonales y sin identidad, pero lo peor de esto es que olvidamos que la ciudad también moldea a la sociedad, produciendo una sociedad igualmente polarizada, dispersa, segregada, sin identidad que se siente feliz solo en los momentos que logra escapar de ella.
En la planificación urbana nos olvidamos de leer y entender al protagonista principal de la ciudad, que no es el concreto, es el ser humano, el habitante, el que con su accionar e interrelaciones, es capaz de dar forma a una ciudad a pesar de que los urbanistas nos empeñemos en equivocarnos.
Frente a este panorama, existen propuestas que ponen nuevamente al ser humano en la posición privilegiada que merece dentro de la ciudad, pero no individual ni aislado, sino como componente de un ecosistema urbano sostenible.
Estas propuestas distintas se remontan a varias décadas atrás, el problema es que, solo en el momento de una crisis nos damos cuenta de los cambios que no hicimos a tiempo, aunque sabíamos que los teníamos que hacer.
Es importante hablar de la ciudad porque nosotros somos la ciudad, los edificios sin nosotros serían solamente unas hermosas (o no tan hermosas) ruinas, y solo hablando, conociendo y apropiándonos de la problemática de nosotros/ciudad, ya estamos generando un gran avance.
¿Qué papel juegan –o deberían jugar- los ciudadanos en la construcción de un modelo de ciudad?
Como dije antes, el ser humano da forma a la ciudad y la ciudad da forma al ser humano, la planificación desde la vista aérea de la ciudad ha fracasado, y el urbanismo desde la unidad de vivienda no es el camino. Los planificadores debemos entender que el trabajo de construir un modelo exitoso de ciudad, parte de entender al ser humano, sus interrelaciones sociales, su relación armónica con la naturaleza y sobre todo, de respetar su escala, la escala humana.
Los procesos participativos de diseño son herramientas que permiten conectarse con el usuario de mejor manera y brindar una respuesta urbana lo más adecuada posible para que, tanto la ciudad como su sociedad no fracasen.
El ciudadano es resultado de muchos factores que influyen en su ideología y sus concepciones, por eso es importante preguntarnos ¿qué tipo de ciudadanos estamos formando? ¿cómo podrías plantear una ciudad peatonal a una sociedad cuyo paradigma de desarrollo es tener un carro propio?
Una de las cosas más complejas de manejar es precisamente este cambio de paradigma, el darnos cuenta que tener un carro y una deuda, acompañados con horas de estrés y tráfico no se comparan con la posibilidad de moverme libremente en la ciudad, (caminando o en bicicleta) entre el verde de una ciudad más amigable con el ser humano y con el medio ambiente.
¿Por qué ha sido tan difícil poner al ser humano como centro de las ciudades? Hay ciudades que lo han hecho? ¿Cuáles?
Para mi el más importante (entre otros) viene ligado al modelo económico que privilegia al capital sobre el ser humano.
Para este modelo es más importante tener bienes que bienestar;
Para este modelo la felicidad está ligada al consumo.
Para este modelo eres más importante si tienes más dinero que los otros
Para este modelo no importa sobre quién pases para obtener el éxito personal.
Mientras sigamos midiendo al ser humano en cifras de dinero, será imposible ponerlo en el lugar de privilegio dentro de la ciudad.
Hay ciudades que se han acercado y están en procesos de cambio hacia este modelo urbano que principalmente se basa en la generosidad y calidad del espacio público:
Melbourne, Australia (una de las ciudades más reconocidas por su calidad de vida, su vida cultural y la alta calidad del espacio público). Copenhague, Dinamarca, que está en camino de ser la primera ciudad neutra en emisiones de carbono. Bogotá, Colombia, con su Transmilenio, el día sin carro privado y proyectos pilotos como el de taxis eléctricos. New York,  en la capital del capital, la Peatonización de Times Square generó un cambio innegable en la calidad de vida de ese espacio.
Así, muchas ciudades y proyectos como Medellín, Cochabamba y su plan de acción (Área metropolitana de Cochabamba sostenible), están encaminando sus esfuerzos a mejorar la calidad de vida del ser humano.
Tener amplios espacios públicos y verdes, aire limpio, acceso equitativo a los servicios y a la vivienda, acceso al trabajo, sostenibilidad, eso es poner al ser humano en el centro de la ciudad.
¿Cómo se eligió a la gente que habla sobre las ciudades en esta muestra y cómo se definieron los ejes de reflexión, los abordajes para hablar de las ciudades)?
Cada película tiene un contenido muy específico dentro de la misma temática y no fue fácil determinar quienes serían los invitados para cada una.
El perfil profesional, la experiencia en los temas relacionados a la ciudad y características del perfil personal fueron definiendo los invitados y la película que les tocaría analizar.
Por ejemplo: La película “A Margem do Concreto” necesitaba de una persona que conozca de urbanismo pero sobre todo que conozca más de cerca la realidad de Sao Paulo (sitio en el que se desarrolla el documental) por lo cual se escogió a la arquitecta urbanista Cristine Van Slyus, de origen brasileño radicada en Quito.
Y así, las particularidades de las películas escogidas fueron definiendo los invitados con la intención de generar foros de discusión con diversidad de criterios.
Uno de los ejes de reflexión sugeridos para los invitados fue el buscar a la ciudad en cada película.
¿Cómo se eligieron las películas y documentales? ¿Qué se quiere mostrar?
Fue una tarea igualmente difícil, por diversas razones se nos quedaron fuera de Cine Ciudad algunas películas muy buenas que esperamos programar en futuras muestras.
Las películas se escogieron en una reunión con los involucrados en la cual se sugirieron títulos y directores que abordan el tema de ciudad (directa o indirectamente) luego, a partir de una investigación de los equipos de trabajo se fueron priorizando los temas que nos interesaban mostrar, siempre con el criterio de presentar a este ser humano como centro del modelo de ciudad.
Queríamos mostrar, por un lado, la realidad de las ciudades actuales, los problemas que ha conllevado el modelo caduco de planificación y las dificultades que enfrentan los grupos más vulnerables de ciudadanos. Por otro lado, queríamos mostrar estas nuevas propuestas (en el caso de The Social Life of Small Urban Spaces no tan nueva pero igual de buena) de modelos de ciudad sostenible, equitativa y solidaria que han logrado tumbar la cerca de la utopía para convertirse en realidades habitables.
De esta forma conseguimos una variedad de películas que nos llevan a pensar la ciudad, a pensar Quito y a ver a Quito como una ciudad sostenible y de escala humana que solo será posible con el esfuerzo de todos y cada uno de su habitantes, de sus ciudadanos.

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