Por Fabo Ceferino
Elisabet Vogler (Liv Ullmann) -la protagonista de Persona– está actuando de Electraen una obra de teatro. En la mitad de su presentación se detiene y comienza a reír.  A partir de ese momento Elisabet no pronunciará palabra alguna en su vida. ¿Qué pasó en  Elisabet para que enmudeciera?
No es gratuito que la palabra Personasignifique máscara en latín, ya que lo que sucedió con Elisabet, es que su máscara cayó. Esa máscara que tenemos ahora y que tal vez nunca nos la saquemos, a Elisabet se le destrozó, tiene la carne expuesta.
Esta máscara que hemos construido día tras día, por ser ese “alguien” que se espera de nosotros, o ese “alguien” que nosotros esperamos ser, y que al final no lo lograremos; ese espantoso peso social de pretender ser buenos hijos, buenos padres, seres humanos ejemplares; esos que aman al planeta, a su prójimo, que no utilizan plástico, que son veganos, que buscan pareja; todas esas máscaras que las llevamos hasta la muerte, a Elisabet se le desmoronaron.
Debo confesar que hay días en que me siento como Elisabet, la máscara se hunde en mi rostro, y soy mi yo más profundo. Y lo que encuentro ahí es horrible. Encuentro una inmensa incapacidad de amar. No tengo afecto por nadie ni nada, en mí sólo encuentro amargura, crueldad y miedo. No hay síntomas de querer “ser”, sólo se es, y Elisabet es aquello, eso innombrable del ser humano.
Todo esto es una contradicción, ya que es imposible vivir sin una máscara. Todos tenemos una que nos permite continuar, no sé si afortunadamente, pero la tenemos y por eso seguimos vivos.
Elisabet quizás escogió una máscara más honesta, una que no miente. La mudez de Elisabet es porque no soporta ya la representación, la mímesis, y prefiere no ser participe. Cuando Alma (Bibi Andersson) la enfermera que cuida de Elisabet, enciende la radio y escuchan por unos segundos una radio novela, Elisabet ríe -como en el teatro- pero después apaga la radio, no la soporta. Ella se cansó de todo este performance que hacemos ustedes y yo, todos los días.
Elisabet vive sumida en la depresión más intensa, por tratar de no mentir, renunció a todo, porque le aterra la realidad. Miró sin protección al sol y todo perdió el sentido para ella. Por eso es un personaje impresionante, y ahí, lo vigente de Persona, cuando caigo en ese hueco, Bergman me ayuda a rencontrarme con mi máscara, es cursi, pero me hace sentir menos solo, ya que es compartida esa podredumbre. Identificarme con ella, sórdidamente me alivia, y poco a poco logro colocarme la máscara y continuar con mi vida.
Por esa razón Persona es una obra cumbre dentro de la historia humana, porque nos muestra con toda la dureza que se merece, a ese ser humano que ha decidido desquebrajar su máscara y mostrarnos lo más devastador que llevamos por dentro.
Persona es una obra maestra, se revuelca en la perfección y por eso es inabarcable. Les invito a ver la película, ya que contiene miles de universos más que hay que descubrir, y más que nada, atreverse a ver, a mirar con los ojos bien abiertos, este abismo que es la condición humana, y que Bergman lo filmó como nadie. Buen provecho.

Comments

comments

X