Por Christian León
Revisión crítica del canibalismo en el cine, propuesto por La Tronkal.
Muchos de los estereotipos que circulan en la cultura contemporánea tienen una larga historia. Una larga historia colonial que ha sido olvidada. Como lo han planteado los pensadores poscoloniales, el encuentro colonial lejos de ser un pasado superado parece ser una matriz productiva aún en funcionamiento en la época de las nuevas tecnologías y la globalización.
Imágenes terríficas del primitivo, el salvaje, el caníbal, el zombi que circulan con fruición en el cine, la televisión, el internet no son sino mutaciones contemporáneas de las viejas imágenes coloniales. Tras ellas se ocultan una serie de imaginarios que el colonizador usó para desautorizar expresiones y prácticas culturales de los pueblos indígenas de América. También, los miedos y ansiedades que despertó en los europeos el conocimiento de hombres y sociedades diferentes que alcanzaron a comprender.
La figura del caníbal ha sido quizá uno de los tropos centrales acuñados en la conquista y colonización de América. Es por esta razón, que el grupo de trabajo La Tronkal, ha propuesto la revisión crítica de esta figura a partir del seminario “Colonialidad del ver” que será dictado por Joaquín Barriendos y la muestra “Cine y canibalismo”. A través de ambos eventos se pretende poner en discusión los saberes y las imágenes producidas desde una mirada eurocéntrica que ha estructurado la cultura visual en América Latina.
El ciclo de cine propone cuatro entradas al fenómeno del canibalismo a partir de cuatro películas extremas: Holocausto caníbal (1980) de Ruggero Deodato, Macunaima (1969) de Joachim Pedro de Andrade, Stranded (2008) de Gonzalo Arijón, El Caníbal de Rotemburgo (2006) de Martin Weisz. Todas ellas, ponen en imagen a través de diversos mecanismos, el mito primitivo del canibalismo, esa escena primaria del colonialismo que se encuentra reprimida por el espectáculo cinematográfico. En los cuatro filmes, el acto fantasmático en que un ser humano se alimenta de carne de sus congéneres es evocado como situación límite e insoportable que marca las fronteras de lo humano.
Holocausto caníbal, clásico del cine mondo italiano, sigue los códigos del cine de explotación para proponer una confrontación entre la fascinación y el repudio ante al acto caníbal. Cuenta la historia de unos jóvenes documentalistas que son castigados por una tribu amazónica luego de causar una serie de asesinatos y violaciones. Macunaima propone un diálogo entre el movimiento antropófago de los años 20 y el Cinema Novo brasileño de los 60. La película adapta la novela homónima de Mario Andrade, para construir un mundo mágico y surrealista en donde existe una resemantización de todos los valores instaurados por el colonialismo. Por otro lado, Vengo de un avión que cayó en las montañas (también conocida como Stranded) documenta testimonios de los sobrevivientes de un avión accidentado en los Andes en 1972. El filme aborda el dilema moral y civilizatorio del canibalismo sobre el telón de fondo de la sobrevivencia en condiciones extremas. Finalmente, El Caníbal de Rotemburgo recrea la historia de Armin Meiwes, un psicópata que en 2001 contactó a una víctima por internet que accedió a ser asesinado y finalmente devorado. A través de la mirada de una joven estudiante que investiga el caso Meiwes, el filme pone en escena los miedos primarios de la cultura europea. Caracteriza al canibalismo como forma de descomposición social enfrentada a los valores liberales: la racionalidad, la voluntad individual y el libre consentimiento.
Los primeros colonizadores europeos inventaron al caníbal para caracterizar la supuesta inhumanidad de pueblos indígenas de América. En la sociedad posmoderna y multicultural, estas imágenes lejos de haber sido erradicadas se han multiplicado, generando nuevos fantasmas para referirse a quien no participa de los valores occidentales. El caníbal parece ser un tema más actual que nunca.
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