Ariadna Moreno ha trabajado por 3 años en ochoymedio. Por dos ocasiones ha sido curadora del festival Eurocine. En este texto expone algunos de sus conceptos sobre la programación y nos cuenta sobre el menú de este año
La programación de un festival debería aportar algo al modo de contar y entender el cine. Por ello, esperaríamos que el programador, al comenzar su trabajo, se planteara ciertas preguntas sobre lo que quisiera mostrar. En una línea similar, Godard se referjía a la importancia de que el personal que trabaja en filmotecas, o similares, reflexione sobre las películas, las imágenes y sus relaciones. Estas reflexiones serían fundamentales ya que, llevadas a la práctica, favorecerían la existencia de espacios de producción, que irían más allá de la mera difusión.
Lastimosamente, esta idea raramente llegó a encontrar su plena puesta en práctica en la realidad y el programador, generalmente, tan solo facilita la exhibición de algunas películas, siguiendo unos condicionantes y haciendo una selección en un tiempo reducido. Por su puesto, apoyado por un pequeño equipo en una situación similar.
Este año EUROCINE se propuso aumentar su público tanto en la propuesta de programación, como en el número de sedes que descentralizarían los lugares a los que llegar. En base a ello se señalaron unos lineamientos del Festival a tener en cuenta en la curaduría, a la cual se sumarían, como cada año, los aportes de las representaciones diplomáticas e institutos culturales de la Unión Europea en Ecuador y los Países Andinos. Se optó por mostrar algo variado, manteniendo las secciones de años atrás, con diferentes particularidades que llegarían en esta edición.
Seguimos con la sección “Europa al Día” dedicada a propuestas cinematográficas diversas de los últimos años. Propuestas con cierto éxito al haber pasado los filtros de la crítica y los festivales de cine. Con estas películas, tal vez, podamos cuestionarnos dónde se encuentra la cinematografía europea actual o si podemos hablar de cine europeo. Entre ellas llegan, Nocturama (Bertrand Bonello, 2016), La alta sociedad (Bruno Dumont, 2016), La chica desconocida (Jean- Pierre y Luc Dardenne, 2016), La muerte de Luís XIV (Albert Serra, 2016), Todas esas noches sin dormir (Michal Marczak, 2016), La vida de calabacín (Claude Barras, 2016), Langosta (Yorgos Lanthimos, 2015), La Vanité (Lionel Baier, 2015), Truman (Cesc Gay, 2015) o Celos (Philippe Garrel, 2013).
“Fisuras”, la sección temática de este año, traerá diferentes miradas sobre la construcción de Europa, un tema político eminentemente cinematográfico. Partimos de las ruinas, recorridas por el joven Edmund, de la Berlín destruida tras la Segunda Guerra Mundial en Alemania, año cero (Roberto Rossellini, 1948), para ver diferentes momentos y realidades con Todos nos llamamos Alí (Rainer Werner Fassbinder, 1974), Una mujer y tres hombres (Ettore Scola, 1974) o El hombre de hierro (Andrzej Wajda, 1981), además de Frantz (François Ozon, 2016), Stefan Zweig: Adiós a Europa (Maria Schrader, 2016) o Correspondencias (Rita Azevedo, 2016).
Adolpho Arrietta, nuestro invitado, es reconocido por sus aportes al cine independiente en España y Francia, además de su trabajo con grandes actores y equipos. Sus películas están llenas de ángeles y fantasmas, sueño y realidad, orden y desorden, de lo cual tendremos oportunidad de conversar. Le dedicamos uno de nuestros focos con La Trilogía del Ángel (1965- 1969), Le château de Pointilly (1972), Las intrigas de Sylvia Couski (1974) y Flammes (1978), sin olvidar su último trabajo Bella Durmiente (2016).
La sección Memorias sigue dedicándose a algunos clásicos del cine europeo, en esta ocasión en relación a las influencias, en el cine, de las artes en general y la pintura especialmente. Rescatamos algunos cortos experimentales con Symphonie Diagonale (Viking Eggeling, 1924) y Rhythmus (Hans Richter, 1921), así como los inicios de lo que vendría a llamarse expresionismo alemán con El estudiante de Praga (Stellan Rye y Paul Wegener, 1913). Con escenografía de Fernand Léger, Claude Autant-Lara y Alberto Cavalcanti, entre otros, tendremos La Inhumana (Marcel L’Herbier, 1924). Mientras que por sus referencias explícitas a la pintura de algunos maestros de diferentes periodos artísticos recordaremos Mamma Roma (Pier Paolo Pasolini, 1962), La marquise d’O (Éric Rohmer, 1976), El Sur (Víctor Erice, 1983), o French Cancan (Jean Renoir, 1955).
Pensando en las familias y el público infantil, mantenemos la sección Ramona, donde resaltamos películas como La tropa de trapo en la selva arcoíris (Alex Colls, 2014) o Bicicleta Azul (Ümit Köreken, 2016). Además este año retomamos la sección Europa en Cortos, donde una selección del proyecto Living Legends (2016- 2017) también llegará a un público abierto o familiar.
Si bien influyen diferentes factores en la propuesta de programación, el Festival trae una gran variedad de películas y sedes. Ojalá se acerque, cada vez más, a esa línea de entender estos momentos y lugares como espacios de producción, de pensamiento. Esperamos que el Festival sea una oportunidad para ver tantas películas en diversos puntos de país.
Ariadna Moreno
Programadora del Festival

 

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